Los subsidios siguen en caída libre y ya representan menos del 5% del gasto

El Estado destinó en mayo un 63,9% menos de subsidios que en el mismo mes del año pasado y se prepara para darles el “golpe de gracia” en 2026

 

 

El peso de los subsidios dentro del gasto primario y los gastos totales se redujo menos de la mitad en el último año, en lo que representó la otra cara de la suba de tarifas en energía eléctrica, gas natural, transporte público y agua corriente.

De acuerdo con el relevamiento de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), los subsidios pasaron de $3.217.578 millones en los primeros cinco meses de 2024 a $1.960.793 millones en el mismo período de este año, con una caída en términos reales del 59,3%.

El objetivo del Gobierno con los recortes aplicados en los subsidios apunta a lograr que las tarifas de las empresas de servicios públicos tengan la mayor cobertura posible de los costos operativos, aunque principalmente se busca reducir la carga que estas transferencias vienen teniendo en los últimos 23 años en el gasto público, con niveles acumulados desde 2002 hasta el presente que, a valores actualizados, superan los USD 300.000 millones.

Ese propósito aún no ha sido completado, pero los recortes ya aplicados dejan en evidencia su aporte a la política de consolidación del superávit fiscal, si se tiene en cuenta que la baja de $1.256.785 millones que hubo entre los dos períodos consignados representa el 49,4% de todo el superávit financiero acumulado en los primeros cinco meses de 2025.

 

Cómo cayeron los subsidios

Con ese recorte, los subsidios pasaron de representar entre enero y mayo de 2024 el 13,16% del gasto primario y el 11,22% de los gastos totales al 4,94% y el 4,55%, respectivamente, doce meses después.

Según el informe de ASAP, los subsidios que el Estado nacional destina a sectores económicos y empresas públicas alcanzaron en mayo a $594.938 millones, con una caída interanual en términos reales del 63,9% respecto del monto de $1.149.207 millones del mismo mes del año pasado.

El retroceso de los subsidios no se dio de manera uniforme, ya que -como viene ocurriendo en los últimos meses- fue mucho más pronunciado en el caso de los destinados a la Energía que al Transporte, los dos rubros principales que, en conjunto, suelen abarcar más del 90% del total.

En la comparación interanual, los subsidios energéticos se redujeron un 51,3% a valores corrientes y un 66,1% en términos reales, mucho más que el recorte aplicado a los del Transporte, que respectivamente cayeron 8,3% y 36%.

 

El detalle por rubro

Al interior de los subsidios energéticos, se observan transferencias a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) por $427.649 millones que implican una caída interanual de 55,8%, pero en términos nominales duplica la ejecución del mes anterior.

Por otro lado, Enarsa no recibió transferencias corrientes, al igual que en los seis meses anteriores a abril, cuando percibió $20.000 millones.

En términos acumulados, los subsidios energéticos consolidan una caída de 68,4% en comparación con 2024.

En los subsidios al Transporte de mayo, tanto los destinados al transporte automotor como ferroviario presentaron caídas reales (-24,3% y -44,9%, respectivamente), sin que se hayan registrado transferencias al Transporte Aerocomercial.

En el acumulado de cinco meses, la caída de las transferencias al sector transporte del 26,1% amplía la que se registraba en abril pasado (-23,8%).

 

Lo que viene

La rebaja en los subsidios se concentró principalmente en los primeros meses de 2024, en línea con los aumentos en las tarifas de servicios públicos aplicados por entonces, pero se fueron atenuando a medida que se dispuso adecuar los valores de luz, gas y transporte en función de una inflación en desaceleración.

No obstante, los ajustes interanuales siguen siendo significativos y se prevé que luego de las elecciones de octubre podrían intensificarse.

En ese sentido, si se mantiene la tendencia vigente, el año podría finalizar con un gasto total en subsidios en torno a los 4 billones de pesos, menos de la mitad que los $8,3 billones de 2024.

Es decir, que para 2026 quedaría por recortar un nivel total que es inferior a todo el recorte aplicado en 2025.

De esa forma, el Gobierno estaría en condiciones de darle a los subsidios el “golpe de gracia” en el transcurso del año próximo y ponerle fin a un fenómeno se se extendió desde 2002 hasta el presente.

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